Madrid me mata

Hacía mucho tiempo que no leía nada de Juan Madrid. Y fíjate que es raro porque Toni Romano es un personaje que siempre me ha gustado mucho y para mi es “el detective de Madrid” como Carvalho es el de Barcelona o Kostas Jaritos el de Atenas.

Supe que iba a leerme este libro en cuanto vi que el diario Público inauguraba su colección de novela negra con esta obra de título tan chandleriano. Sin embargo, hubiera tenido que adquirir a la vez que el diario una buena lupa para haber podido leerla (la letra era microscópica), pero como no era plan me agencié la edición en rústica de Zeta que salió casi a la vez.

A lo largo de los años he ido leyendo distintas novelas de Juan Madrid, sobre todo las protagonizadas por el famoso exboxeador, y recuerdo con especial cariño cuando me vine de la Semana Negra de Gijón con las diez novelitas que conformaban el “Grupo de noche”, las que protagonizaba “El gitano”, o las lecturas, hace años de “Regalo de la casa”, “Un beso de amigo” o “Las apariencias no engañan”. Literatura sin concesiones.

Y veo que Juan Madrid sigue en forma, igual que su protagonista, aunque ya no encaje con la misma elegancia ni resistencia los inevitables puñetazos con los que solía acompañar sus andanzas por la capital. El buscar siempre la verdad y ser un personaje sin dobleces siempre tiene un precio, y Romano siempre ha tenido que pagar ese peaje.

He ido leyendo Adiós, princesa, una novela en la que Madrid, cierto Madrid es un personaje más, mientras desde la televisión nos hablaban de una ciudad abarrotada de jóvenes amigos del escapulario y el cántico ceremonial. Una ciudad blanca, pero no del blanco merengue de Concha Espina sino de un blanco vaticano que de tan blanco, estremece un tanto. Paradójicos personajes para una lectura paradógica.

En esta historia Toni Romano comparte historia con el alter ego de Juan Madrid, el amigo Juan Delforo, y en una complicada trama aparecen personajes que se relacionan con los poderes socioeconómicopolíticos (toma palabro) del reyno. Un Toni con sus dudas sobre si es padre de un joven boxeador y que tendrá que pelear por intentar sacar del trullo al impredecible Delforo.

A los los servicios de inteligencia, empresas de seguridad, peticiones de auxilio y reflexiones sobre la paternidad se me ha ocurrido a mi sumarle mi congoja y desasosiego por la cosa del estremecimiento blanco, y he tenido que resolver la turbación a “la Romana”; sacar la botella de ginebra de la nevera, dos limones, mucho hielo y unas cuantas tónicas y tomarnos un par de copazos en condiciones.

Yo, con peladillas, como Julio Cabria. Otro investigador madrileño que en muchas ocasiones recuerda al mejor Toni Romano.

Amén.

Juan Madrid

Adiós, princesa

(Zeta negra)

Zeta, 2011

6 comentarios sobre “Madrid me mata

  1. Gracias, Terri. Muy buena reseña.
    Es la única de Toni Romano que no he leído… me espera un ejemplar dedicado, en un rincón de la Barceloneta ;), así que es un pleito que liquidaré pronto.
    Un abrazo,
    A

    1. Qué tal.
      Pues yo estoy esperando a que salga un libro con las correrías de un detective que para mí es el arquetipo de Córdoba. ¿Sabes algo del tema?
      Un saludico

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