Jack Kerouac – On the road

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A los dos días emprendí mi viaje al sur, a mi casa, a mi país. Mi maleta era patética. Tan poco glamorosa que no merecía llamarse maleta: dos botellas de gin, una de Lolly Pratt, una edición gastada de On the road de Jack Kerouac, guayaberas, algunas mudas de ropa interior, traje de baño, mi Colt y la tabla de surf. Manejé desde Venice Beach hasta San Diego. Detuve mi Woody frente a la marina para ver el gran portaviones estacionado. Era enorme. Tuve que dejar escapar un silbido, como los que dejas escapar al alzar la vista frente al Empire State o cuando pasa una morena caderona en East L.A.

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HAGHENBECK, F.G. Trago amargo. Roca editorial, 2009

Las aventuras del Peregrino Pickle

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Neal se tumbó en la bañera que venía con la habitación de invitados. La había llenado con agua humeante para intentar aliviar el dolor de su cuerpo y de su alma. El primer sorbo de escocés extendió una calidez relajante por sus entrañas y al cabo de unos minutos fue capaz de sacar su ejemplar en rústica de Las aventuras del peregrino Pickle y perderse en el siglo XVIII. Que era, en cualquier caso, el objetivo de su vida.

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WINSLOW, Don. Un soplo de aire fresco. Mondadori, 2013.